La pandilla de los Muppets se va de gira por todo el mundo, llenando las mejores salas de las capitales europeas como Berlín, Madrid (Si, Madrid) o Londres. Pero no se libran del caos ni siquiera en el extranjero, pues se ven involuntariamente atrapados en una intriga internacional que encabezan Constantine, el mayor delincuente del mundo y la viva imagen de la Rana Gustavo, y Dominic, su «número 2».
Título: El tour de los Muppets
Fecha de estreno: 16/04/2014
¡HAY UNA SECUELA!
Gracias a Disney España pudimos asistir a un pase de «El tour de los Muppets» (Muppets Most Wanted) y disfrutar de esta divertida secuela (me ha costado no decir secuoya, ¿eh?). Y he de decir que me sorprendió muy gratamente. La película se disfruta desde el primer momento, arrancando desde los momentos finales de la película anterior para lanzar a los Teleñecos a una gira mundial.
Lo que ellos no se esperan es que su agente les ha embarcado en semejante tour con unas oscuras intenciones que implican a Constantine, la rana más peligrosa y buscada del mundo, que acaba de escaparse de la carcel. Los Muppets, emocionados con el tour y actuar delante de tanta gente en tantas ciudades, tardan en darse cuenta de lo que se les viene encima…
¡CAMEOS, CAMEOS EVERYWHERE!
Al igual que en su película anterior, los cameos de artistas invitados animan el cotarro desde el primer momento. Algunos con más papel que otros, y aunque a veces aparecen con calzador, se agradecen todos y cada uno de ellos. Pero no, no voy a contar quienes salen. Por una vez, haré una review sin spoilers.
Si bien las críticas no la han puesto muy bien, debo ser raro, pero la he disfrutado más que la primera. Y eso que la anterior tenía a Amy Adams, pero esta me ha parecido más fresca, con canciones más animadas, cameos muy curiosos y, para que negarlo, Madrid ayuda a todo ello.
Tiene todo lo que tienen que tener una película de los Muppets: personajes encantadores, colaboraciones de campanillas -de Lady Gaga a Christoph Waltz- y números musicales de música pegadiza. También están la rana Gustavo y la cerdita Peggy. Lo tiene todo menos gracia. Falla el sentido del humor transgresor y cómplice, marca de la casa.