Crítica de ‘Mad Max: Furia en la carretera’, una película que parece revolucionar el mundo del cine, pero que verdaderamente no lo hace. ¡Ya en cines!
Ya hace unas semanas que vi la película en el cine y, pese al tiempo que ha pasado, todavía no tengo una opinión muy clara sobre ella. ¿Me ha gustado o directamente me ha parecido un espectáculo audiovisual enorme pero sin nada de encanto? Es verdad que técnicamente la película es impecable. George Miller, director de películas como Happy Feet y Babe, el cerdito valiente, se ha marcado una película de puro entretenimiento en el que el envoltorio es 100% adictivo. Mad Max: Furia en la carretera es todo un orgasmo.
El placer al mientras uno está viendo la película es innegable, pero no paro de preguntarme si hay algo detrás de todo este orgásmico envoltorio. Dejando las explosiones a un lado, la verdad es que la producción me ha dejado un poco indiferente. Yo soy el primero que dice siempre que una película es lo que nos da, no hay que pedir más a un producto que nos da lo que nos promete, pero estoy arto de ver como la crítica y la gente, unas veces hace esto y otras pide guionazos y desarrollo de personajes a películas que son puramente entretenimiento palomitero. ¿Entretiene? Sí. ¿Es suficiente? Sí.
Al igual que A todo gas, Jurassic World o cualquier otra película (buena) de acción, aventura y ciencia-ficción, Mad Max nos ofrece una acción fantásticamente rodada. Esta claro que siempre hay excepciones y nos encontramos películas que tienen todos los ingredientes, guión, actorazos, personajes, acción,… pero una película es para entretener, que más da que tenga un «hueco en el guión» (odio esta frase que usan como si todos fuesen guionistas…).
Esta película, protagonizada por Tom Hardy y Charlize Theron, es un disfrute visual, pero a mí si me parece que el guión no es todo lo potente que podría ser. Que no es la obra maestra que todo el mundo dice haber visto. Es fantástica, pero no revolucionará nada. Dadle unos años, veremos si perdura o cae en el olvido.
