El comienzo de la saga ‘Dark Universe’ se queda sin demasiado fuelle.
Sagas. Está claro que si eres actor en Hollywood y no formas parte de alguna de las veinticinco mil saga que hay actualmente en marcha, es que no eres un actor importante. Superhéroes, adaptaciones o remakes, todo es susceptible de convertirse en una franquicia millonaria, y la última en apuntarse al carro ha sido Universal. Con ‘La Momia (2017)’ da el pistoletazo de salida para una saga centrada en los Monstruos de esta factoría.
Hace unos años nos llegó ‘Drácula: La leyenda jamás contada’, con Luke Evans en el papel del famoso vampiro. En su momento este filme iba a ser el encargado de traernos los monstruos, -aunque desde Universal estén negándolo todo el rato – pero debido a su floja taquilla, la idea de estos reborn cayo en el olvido. Hasta ahora. En ‘La Momia’ tenemos a un Tom Cruise como protagonista, una princesa egipcia, una arqueóloga y una sociedad secreta.
A pesar de estar enterrada en una tumba en lo más profundo del desierto, una antigua princesa cuyo destino le fue arrebatado injustamente, se despierta en nuestra época y demuestra que existe una maldad oculta que ha crecido con el paso de los siglos hasta límites insospechados. La aventura nos llevará desde las inmensas arenas de Oriente Medio hasta unos desconocidos laberintos subterráneos bajo la ciudad de Londres.
Una de las cosas que más me ha chocado de esta entrega es lo impostado que me ha resultado la unión con el universo cinematográfico de ‘Dark Universe’. A todos nos extraño que Universal se lanzase a la piscina anunciando sus planes y fichajes antes del estreno de ‘La Momia’. ¿No hubiese sido más normal esperar a ver la recepción del público? ¿Y si resulta ser un fracaso en taquilla? ¿Cambiarán sus planes? Durante el visionado me daba la impresión de que todo esto, el querer empezar a mostrarnos cosas de la saga, había sido algo decidido en el último minuto. Las escenas de Russell Crowe no llegan a aportar nada, de hecho, da la impresión de que estas escenas no formaban parte del montaje final, pero que en el último momento, y con el anuncio de Universal, decidieron meterlas. Para el que no lo sepa, Russell formará parte del universo de monstruos metiéndose en la piel del Doctor Jekyll.
Quitando esto, la película funciona bastante bien desde un punto de vista puramente palomitero. Es una película entretenida en la que vamos pasando de una escena a otra sin interrupciones. Nos mezclan escenas de acción, humor y escenas un tanto más oscuras, terroríficas. No busquéis aventura en este filme, no hay ni gota de lo que se nos ofreció en ‘La Momia’, con Rachel Weisz y Brendan Fraser, no tiene nada que ver. Con ‘La Momia (2017)’ nos encontramos una película de acción y bastantes ingredientes de terror, en la que Tom se pone al frente del timón, y la momia, por desgracia, se queda en un segundo plano, eso sí, nos ofrece escenas de lo más tenebrosas.
Respecto al mix de géneros… es una absoluta locura. Da la impresión de que estamos viendo tres tipos de películas diferentes, y esto tiene una clara explicación. SEIS personas han sido las encargadas de la construcción del guión y la historia. Esto sin contar a Universal y los cambios que habrá obligado a hacer. Y pese a que las escenas son entretenidas, nos encontramos con un producto final que no nos llega a contar nada, en el que se palpa el caos y la poca coherencia de la historia. Seréis testigos de una historia que va dando acelerones y frenazos durante todo el filme.
Tom es el absoluto protagonista, de hecho, la película podría llamarse perfectamente ‘Nick Morton y la princesa maldita’. En la 1h y 40min que dura la película – ¡SÍ! Dura menos de dos horas – no os dará tiempo a aburriros. En esta ocasión, la historia pedía que Tom dejase su posición de único protagonista, pero no ha pasado. Si esto es el comienzo de la saga de monstruos… ¿Por qué el monstruo no es el protagonista?
¿Lo mejor? Sofia Boutella, que la hemos visto en ‘Kingsman’ o ‘Star Trek: Más Allá’, nuestra momia tiene las cosas claritas. Fuerte, dura y vengativa, tanto en su estado actual como momia como en los flashbacks que nos trasladan a Egipto. No es una persona contra la que enfrentarse, y Sofia lo deja bien clarito.
Es una pena que nos encontramos con una película tan poco memorable y en la que no llegan a contarnos nada interesante. Quizá una cocción más larga en la sala de guionistas nos hubiese traído un producto mucho más redondo. Lo que está claro es que hay demasiadas voces en pantalla, y que Tom tiene que empezar a dejar que el resto de personajes de sus películas también tengan la oportunidad de decir algo.
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