Ver a Sansa Stark fuera del mundo de «Juego de Tronos» y ver otra cara de la actriz es todo uno de los puntos fuertes de la película. Desde luego el cast está dándolo todo en una película llena de fugas… es una piscina de tela que termina totalmente vacía.
Fay se extraña mucho cuando la gente empieza a mencionar conversaciones que sabe que no ha mantenido, o juran que le han visto cuando ella sabe que estaba en otro lugar. Y comienzan a pasar cosas más raras. Oye pasos apagados detrás de ella que van al mismo ritmo que los suyos y ve un atisbo de pelo rojo igual que el suyo que desaparece por una esquina. ¿Se lo está imaginando todo?
Título: Mi otro yo
Fecha de estreno: 27/06/2014
La entrada contiene Spoilers de la película.
LA MIRADA A TRAVES DEL ESPEJO
Sophie Turner, nuestra Sansa de «Juego de Tronos» da el salto al cine aterrizando en la última película de Isabel Coixet. Despues de ver la película lo primero que a uno le viene a la cabeza es «Cisne Negro» la película dirigida por Darren Aronofsky con Natalie Portman y Mila Kunis a la cabeza del cast, pero… aunque se nos venga esa película a la cabeza poco tiene que ver con «Mi otro yo», es verdad que la película de Coixet consigue una muy buena atmósfera y Sophie hace un gran trabajo, pero el guión y la torpeza de Isabel es palpable según avanza el filme.
¿Una película de terror? ¿Un drama sobrenatural? ¿Fantasmas o una mente enferma? La historia toca muchos palos pero parece no quedarse en ninguno de ellos, es como si nos encontrásemos con un puzzle con fichas de diferentes tamaños que no llegan a encajar. A lo largo de la película vemos que el espectador esta siendo inundado por una atmósfera de locura pero… ¿y qué? llega un momento que el espectador se ve involucrado en demasiadas historias de relleno y no logra centrarse en Fay, nuestra protagonista. Llenar el ambiente de ese aire enfermizo y que todos los personajes se vean inmersos en el puede que no halla sido tan buena idea.
Decir también que la voz en off (ese recurso que tanto odio) resulta innecesario la mayoría de las veces, al igual que los reflejos y espejos que salen tantas veces durante la película. Está claro que es un recurso necesario en el arranque de la película, pero llega un momento en el que las cosas deben fluir y no ser tan impostadas.
LA SENSACIÓN DE… ESTO ES MUY LARGO
La película se hace larga, pese a sus 90min de duración llega un momento en el que el espectador exige un resultado, como he dicho la película esta llena de historias de relleno que no aportan absolutamente nada a la historia central, y llega un momento en el que el espectador dice «¡BASTA!». Es cierto que el cast es todo un acierto en todos y cada uno de los papeles y es una verdadera lastima ya que la película no se encuentra al mismo nivel.
Con un arranque bastante acertado, la película va cuesta abajo sin saber como manejar la historia de Fay, fantasmas, enfermedad, locura, la pobre protagonistas se ve envuelta en un problema del que la guionista no sabe como salir y eso nos da un final bastante fallido y tipicorro. Finalmente lo que podría haber sido interesante llega a ser aburrido y una película con aire de telefilme.
¿Todavía hay almas candidas dispuestas a pagar el precio de una entrada de cine para ver uno de los bodrios que cada año nos regala Isabel ‘¿A qué huelen las nubes?’ Coixet? ¡Huid, insensatos!