Tengo que reconocer que las películas de catástrofes son una de mis debilidades, ya sean películas centradas en tornados o invasiones alienígenas, es un género cinematográfico que me llama muchísimo la atención. Únicamente les pido una cosa, que sean entretenidas, vamos, que veamos la catástrofe y que no ocurra durante 2 minutos de dos horas de película. Estamos viviendo un tiempo bastante complicado con la pandemia que nos rodea, es decir, que la catástrofe la tenemos entre nosotros, y sé que quizás decir que es un género que me llama especialmente la atención es terrible, pero no puedo evitarlo.
El pasado fin de semana, el 25 de septiembre, llegó a los cines españoles una nueva película de este género, Greenland: El último refugio, en el que vemos como un terrible cometa se dirige hacia la Tierra. Lo curioso de esta cinta es que han decidido que el peso no recaiga sobre el problema, sino sobre la familia protagonista, siendo un drama que se podría fácilmente categorizar como «la familia de las desgracias».
Con el cometa más grande de la historia de camino a la Tierra, los gobiernos de todo el mundo realizan un sorteo en el cual los afortunados podrán sobrevivir en refugios secretos. Esta decisión, como es lógico, desata el caos a nivel mundial, lo que podríamos calificar como «sálvese quien pueda», sacando lo peor del ser humano y demostrando también nuestra estupidez. Jeff y su familia han sido unos de los elegidos y rápidamente se pondrán camino a la base de la que partirá su avión.
Protagonizada por Gerard Butler y dirigida por Ric Roman Waugh, con el que trabajó ya en Objetivo: Washington D.C., nos encontramos con esta producción que mezcla la acción y el drama, dejando un poco de lado el elemento de catástrofes para centrarse en una aventura contrarreloj de una familia. Morena Baccarin, a la que vimos en la serie Firefly y Deadpool, interpreta a Allison Garrity, la mujer de Butler, y es quizás la que más brilla en este road trip tan particular.
No es una película que intente reformular el género y seguramente muchas veces el espectador sea capaz de averiguar los giros mucho antes de que ocurran, pero es entretenida. Es una lástima que siendo una película de catástrofes el elemento de ciencia ficción quede ensombrecido por querer apostar más por el drama familiar, pero es una decisión totalmente respetable. Tiene momentos en los que funciona, especialmente al inicio y final de la película, pero que llega a cansar en ciertos momentos por las pobres decisiones de los personajes principales y secundarios.
Todos sabemos que estas situaciones sacarían lo peor del ser humano, pero a estas alturas, con tantas películas del estilo a nuestras espaldas, no creo que sea necesario centrarse en la gente que se pone a robar televisores cuando un asteroide les va a caer en la cabeza. Es una película entretenida con un guión un tanto manido y poco arriesgado. El potencial del cine de catástrofes se les escapa un poco de las manos, pero si te interesa más su drama familiar, puede ser tu película.
