El camino de un adolescente es duro, sobre todo si uno vive en un círculo como el de Beverly hills o por lo menos eso parece en la serie 90210 de la CW. Desde luego la mía no ha sido tan complicada como la de ellos, droga, sexo, alcohol, embarazos, asesinatos,…
La segunda temporada de la serie comenzó el pasado día 8 de Septiembre con una audiencia baja y con muchos cambios, empezando por los títulos de entrada de la serie que en mi opinión son muchísimo peores y más dejados, se nota que están intentando buscar una identidad a la serie, cosa que no lograron la primera temporada.
También encontramos varios cambios en los personajes, especialmente en Silver. Esta chica pasa de ser una rebelde que odia ser popular y con una enfermedad, a ser la mejor amiga de Naomi, súper pija y de la enfermedad no hay ningún rastro.
Otro de los personajes, Ethan ha desaparecido sin ningún motivo aparente salvo el más importante, el actor decidió no renovar así que uno menos, pero para que la marcha no sea dura nos meten a un chico nuevo, tenista e hijo de un actor famoso y que además de eso es guapo, que raro.
En este primer capítulo no podemos saber sobre que ira la temporada ya que las cuestiones planteadas no tienen mucha fuerza como para durar mucho, además de que no tendría sentido estirar el chicle, especialmente con la historia de Annie. Si no la resuelven pronto solo le veo un futuro a este personaje. Que se suicide, porque no se puede tener tan mala suerte, es imposible, a esta chica le pasa todo y además es que no te lo crees, que es lo peor.
Sobre los demás personajes pues más de lo mismo, Naomi intenta superar la situación con Liam, Nixon sigue igual de idiota, y Navid también como no. Adrianna está obsesionada con su pequeño problema pero también creo que se lo ventilaran rápido y de los padres, pues nada nuevo, apenas aparecen en este episodio.
El episodio en cuestión es mejor que los últimos de la temporada anterior, pero tampoco nada espectacular, esperemos que la historia siga su curso y nos planteen nuevos giros, y lo más importante, que nos sorprendan, aunque lo tienen difícil, muy difícil.
