Voy a intentar no pronunciar la frase que estoy pensando, o por lo menos no por el momento. El próximo 18 de septiembre Netflix estrenará la serie creada por Evan Romansky, Ratched, protagonizada por Sarah Paulson. Esta serie llega a la plataforma bajo el sello de Ryan Murphy y está basada en la novela de 1962 Alguien voló sobre el nido del cuco de Ken Kesey, obra más conocida por su adaptación cinematográfica protagonizada por Jack Nicholson. Muchos la compararán con American Horror Story, es algo inevitable, pero ésta, pese a tener algunos ingredientes similares, se podría decir que es una temporada de AHS vitaminada y con grandes dosis de Hitchcock.
La siguiente crítica se ha escrito tras visionar los dos primeros episodios de la serie, por lo que puede contener spoilers de los episodios 1×01 y 1×02.
La historia nos sitúa en 1947, con Mildred llegando al norte de California buscando trabajo en un hospital psiquiátrico. Este lugar, y gracias a su director, se ha convertido en el pionero en la creación y aplicación de nuevos e inquietantes experimentos con la mente humana, algunos muy conocidos por los espectadores de Alguien voló sobre el nido del cuco. La enfermera Mildred se presenta como la aspirante perfecta para un puesto que nadie ha anunciado, ni siquiera hay una vacante abierta, pero eso no es un problema para ella.
El terror no es uno de los ingredientes de esta serie, pero sin ninguna duda si forma parte de sus personajes y acciones. La creación de la tensión va en aumento con cada plano, diálogo e incluso miradas, todo con una Sarah Paulson como directora de orquesta. Cada acción de su personaje forma parte de un puzzle que iremos descubriendo poco a poco, nada de lo que ocurre en pantalla es un accidente, bueno… casi nada.
La serie arranca con una escena de apertura totalmente hipnótica, con un baile de cámaras y personajes que nos descoloca por completo. Todo para servir de eje central de una historia mucho más grande de lo que uno podría esperar. Va sobre la Enfermera Ratched, pero también sobre su pasado, presente y futuro. Las interpretaciones del reparto son un gran punto a favor y no solo la de Sarah, le acompañan nombres como Cynthia Nixon, Judy Davis y Sharon Stone, y todos tendrán sus oportunidades para brillar, ya sea en una escena de lo más terrible o en una pelea por un simple melocotón.
Visualmente la serie tampoco decepciona, para nada. En vez de brillar con escenas oscuras, como AHS, Ratched lo hace con el color. Es una verdadera maravilla, en su composición, sus planos simétricos y en el uso de los colores, del verde al rojo. Sin ninguna duda nos encontramos ante una de las series más llamativas visualmente de este año. Si Hollywood nos enamoró con ese aspecto dorado y lujoso, Ratched lo hará con su uso del color y frialdad. Si, quizás esa sea la palabra, frialdad, pero muy bien acompañada por profundidad en sus personajes y una trama llena de capas.
Y ahora quizás si ha llegado el momento de decir esta frase que no me he atrevido a poner al comienzo. Ratched quizás sea una de las mejores series de este año.
Ratched se estrena el 18 de septiembre en Netflix.
