En un mundo de estereotipos impuestos había una joven que destacaba por no querer encajar en su sociedad. Jane Austen siempre destacó por ser avanzada al pensamiento de su época y por ello fue también muy criticada. Sus fracasos amorosos, junto con la ruptura de su propuesta de matrimonio por negarse a casarse con alguien a quien no amaba simplemente por tener una estabilidad económica, son temas que cobran vida en las historias de las novelas de la propia Jane.
Muy lejos de la realidad quedan las críticas que recibe hoy en día la escritora por los temas tratados en sus obras, pues lo cierto es que Jane Austen decidió satirizar la novela romántica clásica alimentando los ideales feministas a través de conversaciones cómicas entre sus personajes y temas avanzados para el momento. Un ejemplo de esto es su pensamiento moderno sobre el ocio de la época pues Jane Austen empleaba en sus novelas los juegos de cartas para describir los rasgos y la personalidad de sus personajes, haciendo incluso referencia a billetes de lotería en novelas como Orgullo y prejuicio. Jane Austen, una mujer adelantada a su época que escribía sobre el matrimonio sin haberse casado nunca, pero ¿qué esconden realmente sus novelas y personajes?
Con mujeres como protagonistas, Jane nos presenta en todas y cada una de sus obras unas características que retan al pensamiento de la época. Inteligentes, libres y llenas de ambiciones, las mujeres de las historias de Jane Austen pertenecen a un rango social bastante acomodado, pero sin recursos, ya que las herencias estaban reservadas, en primer lugar, para el hermano varón del hogar. La única opción que se les presenta a estas mujeres para asegurarse un futuro económicamente estable es el que se presentaba en realidad a las mujeres de la época: el matrimonio. Lo especial y revelador que tienen las protagonistas de sus historias es que estas se niegan a renunciar a sus principios para simplemente asegurarse una fuente de recursos económicos y un futuro acomodado. Esta injusticia de la época y que no era visible a los ojos de todo el mundo, hizo que Jane rompiese con los pensamientos impuestos de su sociedad.
Por otro lado, lo que también tienen de especial las novelas de Austen es que, a través de las palabras, nos hace entender los sentimientos más sinceros de las personas, desnudando por completo al ser humano. Ejemplo de ello son los títulos que elige para sus obras y que resumen a la perfección la personalidad de algunos de sus protagonistas. En Sentido y Sensibilidad, nos cuenta la historia de dos hermanas, Elinor y Marianne. La primera, con un carácter tranquilo, sereno y siempre responsable responde al sentido; y, por el contrario, su hermana menor, Marianne con una personalidad más apasionada se rige por su sensibilidad. Una metáfora entre la lucha de la razón y la pasión que son las dos características principales que componen al ser humano. Más aún, el título elegido para Orgullo y prejuicio nos dan una perfecta idea de la personalidad de sus dos personajes principales: una prejuiciosa Elizabeth Bennet y un orgulloso Señor Darcy.
Sin embargo, y a pesar de que las historias de Jane están basadas en la nobleza rural inglesa del siglo XIX, hoy en día los lectores de todo el mundo continúan enamorándose de sus historias y siguen conectando con la autora. Esto se debe a diferentes factores como lo puede ser la prosa que Jane usa en sus novelas y la cuidadosa elección de sus palabras para tratar las injusticias a través de la sátira y la ironía. Aunque, mayormente, por la realidad que se esconde detrás de estos relatos: unas tradiciones, situaciones y conversaciones que tan aparentemente lejos nos quedan, pero con las que tan fácil nos resulta identificarnos. Pues sus obras son un análisis en profundidad de las virtudes y defectos de los seres humanos en donde la lógica y el sentido común triunfan sobre los estereotipos impuestos de una sociedad llena de prejuicios.