Durante los últimos años se ha ido palpando que los seguidores del cine y las series han ido en aumento, y con ello los expertos y críticos en cine. Desde hace unos años todo (o casi todo) es una basura, es especial si sale la actriz de moda o es un simple blockbuster. Bien, yo desde luego no soy ningún experto en cine ni tampoco crítico, y a mi «Joy» me ha gustado.
«Joy» es una película biográfica donde Jennifer Lawrence se mete en la piel de Joy Mangano, la inventora de la «Miracle Mop» (la fregona mágica). No es una película 100% biográfica, esta adaptación de David O. Russell de la vida de esta mujer, se toma muchas y variadas licencias para ofrecernos una película entretenida y con un cast estelar. Mucho se han metido con la simpleza de la película y como no, con Jennifer Lawrence, pero ¿desde cuando que sea una película simple es malo?.
Lo peor de la película quizá es su estructura y la pobre dirección de David O. Russell, carente de personalidad y no logrando un ritmo adecuado durante las escenas en las que la historia da un salto hacia adelante y luego vuelve atrás. Pero aún así la película no pierde ese toque cercano y natural, quizá sea gracias a la naturalidad del personaje y la vida de Joy, pero su recorrido resulta interesante, frustrante y esperanzador. Sí, es previsible, como cualquier otro biopic, pero más de una vez sorprende con los giros frustrantes que ocurren durante la película.
No es una pasada de película, no es la mejor película del año, pero no es para arrancarse los ojos y lanzarlos al vacío como han dicho la mayoría de personas. ¿Tiene fallos y defectos? Sí, pero es agradable y desde luego con muchas cosas positivas.
La actuación de Jennifer Lawrence es correcta (a mi personalmente ella me gusta un montón), pero es una pena que la película no logre profundizar más en conocer a Joy y se quede simplemente en un personaje, una persona que inventaba cosas con una familia loca y desestructurada a su alrededor. Con el bombo dado a su personaje y lo feminista del papel, la verdad es que yo esperaba un poco más de Joy. Al final de la película da la sensación de que solo hemos visto como se lanzaban los ingredientes a la cazuela, pero que no hemos llegado a ver ni el proceso de preparación ni el resultado.
Podría decir que todo es una maravilla por ser fan de Jennifer Lawrence, pero ser fan de algo no implica que me guste todo al 100%, al igual que ser hater, no obliga a cortarse las venas cada vez que sale algo sobre el tema. La película es correcta y cumple con lo prometido en cuanto a entretenimiento, tiene sus defectos y carencias pero también tiene escenas impactantes y que llaman no solo la atención, sino también el interés.
