Memorias de Idhún es una de las grandes trilogías de literatura fantástica de la literatura española. Laura Gallego nos trajo el primer volumen en 2004, y desde entonces la saga no ha parado de conquistar a miles y miles de lectores durante estos años. Todos estábamos, entre los que me incluyo, esperando una adaptación que nos hiciese volar nuestra cabeza y nos llevase a Idhún. El jueves, 10 de septiembre, llegará la primera temporada a Netflix, sus cinco episodios, y la pregunta es, ¿merece la pena? ¿Han conseguido hacer una buena adaptación?
La siguiente crítica se ha escrito tras visionar los dos primeros episodios de la serie, por lo que puede contener spoilers de estos episodios, el 1×01 y 1×02.
La historia exactamente en el mismo punto que la novela, con Jack regresando a su casa y enfrentándose a un horror difícil de describir. Sus padres han sido asesinados y todavía, oculto en su casa, se encuentran los responsables de tal atrocidad, ya que la misión que estos tienen también incluye asesinarle a él. Sin entrar en demasiados detalles de la trama, ya que si no habéis leído las novelas es mejor que no conozcáis absolutamente nada, la serie de animación parece tener prisa por contarnos todo.
Sin pausas y sin demasiadas explicaciones, ya que solo tienen 5 episodios para contarnos La Resistencia, el primer volumen escrito por Laura Gallego. La historia parece meter la quinta marcha desde el arranque. Esto puede resultar un tanto precipitado, ya que las presentaciones de los personajes se zanjan con simples líneas de diálogo y la epicidad que posee la novela no logra trasmitirse en ningún momento.
En 25 minutos, que es lo que dura cada episodio, es imposible condensar 556 páginas, vamos, sería imposible hacerlo en 2 películas de dos horas, por lo que me cuesta un poco entender esta decisión de hacer tan pocos episodios. Está claro que el presupuesto de la serie es la clave, pero teniendo tanto material, da mucha pena que todo se desarrolle tan rápido. [Según me comentan, los primeros 5 episodios abarcan la primera mitad de la novela, es decir «Búsqueda», no la novela entera como indicaba Netflix en su nota de prensa].
Tiene cosas buenas, no me entendáis mal, pero si da la impresión de que tienen prisa por terminar algo que acaba de empezar. La animación tiene buenos momentos, como por ejemplo este que podéis encontrar encima de estas líneas, pero en muchos momentos si parece demasiado sencillo y poco detallado. Aquí quizás también entren en juego las expectativas, esperando ver una serie al más puro estilo Ataque a los Titanes o que los lectores, o quizás esto solo lo deseaba yo, esperábamos ver esta historia trasladada a imagen real, por lo que encontrarse con una animación bastante sencilla, decepciona un poco.
Y pasamos al polémico doblaje… Sin ninguna duda Michelle Jenner hace un trabajo a la altura, aportando personalidad y profundidad al personaje de Victoria, pero el resto si parecen estar un tanto más perdidos, especialmente Sergio Mur y Carlos Cuevas. No logran darle la viabilidad necesaria a sus personajes, llegando a quedarse bastante planos y sin demasiada expresión. Igual es algo que solo me pasa a mí, pero el doblaje consigue algo terrible, y es que no conecte con lo que estoy viendo en pantalla. Le falta vida. Le falta ritmo. Le falta sabor, como diría Samantha, la jurado de Master Chef.
Nos encontramos ante un producto que podría ser mejor, podría arriesgarse más y podría ser mucho más profundo de lo que es. Se queda a medio camino y parece que nos encontramos ante un resultado de ir con prisas. Parece que no hay dinero para que sean 15 episodios en vez de cinco. Parece que había prisas a la hora de escribir los guiones. Que había prisas a la hora de animarlos. Y que había prisas a la hora de doblarlos. Desde luego, Laura Gallego no tuvo ninguna prisa al escribir y desarrollar la historia de Idhún, por lo que estas prisas parecen no venir de ninguna parte.
Memorias de Idhún se estrena el 10 de septiembre en Netflix.
