Sin ninguna duda, Blumhouse es toda una maquina de creación. Desde hace unos años, es imposible no encontrarse con alguna de las producciones del estudio en la cartelera de los cines, de grandes sorpresas cinematográficas como Déjame Salir a las taquilleras entregas de La Purga o Insidius. Este año nos llegó Fantasy Island, entre muchas otras, que recuerda a películas como Aún sé lo qué hicisteis el último verano, con una isla como elemento central y un misterio que intentará eliminarlos uno a uno. Un misterioso destino les espera a todos los personajes, uno un tanto peligroso y lleno de secretos. Se podría decir que nos encontramos ante un videojuego, una especie de Until Down.

Quizás Until Dawn es el juego más similar a esta película, perteneciente a los géneros survival horror desarrollado por Supermassive Games. Aunque la trama no tiene nada que ver, si podría tener un desarrollo bastante similar, como por pantallas. Los personajes van interactuando entre ellos, siempre de manera separada, hasta la recta final, en la que el climax de la producción llega con la explosión del misterio y su resolución. No es una película que vaya a cambiar la vida del espectador, pero si puede ser un filme que os haga pasar un rato entretenido, perfecto para ver con un buen puñado de palomitas y, quizás, con un gintonic.
La película, dirigida por Jeff Wadlow, nos lleva a una isla, una regentada por el enigmático Sr. Roarke, que hace realidad los sueños de los afortunados huéspedes que acuden a su lujoso y remoto resort tropical. Pero no todos es tan bonito, sus fantasías se convertirán en pesadillas, y los invitados tendrán que resolver el misterio que oculta la isla para poder escapar con vida.
Tengo que admitir que yo tenía muchísimas ganas de verla, ese espíritu mamarracho y dos de sus protagonistas femeninas me llamaban la atención, pero, por desgracia, la película se queda a medio gas entre algo predecible y la absurdas. El tráiler nos muestra una premisa interesante, con un misterio oscuro y lleno de giros (predecibles) llamativos. No ocurre nada de lo anterior. Es bastante lineal, sin llegar a sorprender y sin ese giro que nos dejaría pegados a la butaca. Es simple. Yo personalmente no me aburrí, Lucy Hale y Maggie Q son razón suficiente para que vea la película más de una vez, pero entendería que muchos se sintiesen totalmente decepcionados con el ritmo de esta entrega.

El reparto se completa con Michael Peña, Michael Rooker, Kim Coates, Portia Doubleday, Ryan Hansen, Charlotte McKinney y Jimmy O. Yang. Lo más raro es que nada llega a resultar terrible, para el tipo de producción que es, pero da cierta pena que se quede en la superficie de algo que podría dar para mucho más. Para lo que llega a durar Fantasy Island, no llega a contar demasiado, recreándose en repetir varias secuencias, en vez de arriesgarse más y ofrecernos algo diferente. Es una película para ver un fin de semana en casa, ni más ni menos.