Nick (Jason Bateman), Kurt (Jason Sudeikis) y Dale (Charlie Day), los protagonistas de la primera entrega de “Cómo acabar con tu jefe” regresaron este año con su segunda aventura. A ellos se les suman sus jefes (ex-jefes) Dave (Kevin Spacey) y Julia (Jennifer Aniston) y las nuevas incorporaciones Christoph Waltz y Chris Pine.
Esta secuela no hace ni pu** gracia. La primera entrega fue para muchos un aire fresco, descontrolado y arriesgado, para mi la verdad es que no lo fue, pero por lo menos la primera entrega tenia un sentido, una misión, luchar contra esos jefes insoportables, malvados y mandones. En la segunda parte todo resulta artificial, forzado y muy poco original. Lo único que salvaría de esta segunda entrega es una Jennifer Aniston fuera de control.
La taquilla fue una pequeña mierda, “Cómo acabar con tus jefes” recaudo más de 200 millones de dólares por su paso por las salas de cine, todo un éxito si tenemos en cuenta que la película costo únicamente 35 millones. Pero el éxito no se repitió con la segunda parte, 100 millones y con un presupuesto mayor. Vamos… tanto yo, como la gente, noto que esta entrega no tenia ningún tipo de sentido.
Ahora si me pongo a pensar tengo que reconocer que recuerdo muy pocas escenas de este filme, Jennifer en la reunión de adictos y Chris Pine en la peor actuación de su carrera. Mira que pasan actores sobreactuados por la gran pantalla, pero lo de Pine no tiene nombre.
Parece mentira que entre la primera entrega y la segunda hayan tenido más de 2 años para planearla y construirla, es torpe y con un guión ridículo y actuaciones mucho más irritantes. Es como si no se hubiesen parado a pensar y se hubiesen lanzado a la producción y grabación sin tener un guión ni una historia.
En dos palabras, ridícula e innecesaria. Se hace extremadamente larga y ni los personajes logran hacer que la historia resulte interesante o mínimamente consistente. Da la sensación de que han ido poniendo parches de papel a una tubería llena de agujeros.
