Se abre el telón y comienza una absoluta fantástica obra de teatro con un Michael Keaton en el centro, y un coro de secundarios que escena tras escena nos hacen disfrutar de las dos horas que dura el filme. Tenia miedo, lo reconozco, después de ver el tráiler no tenia muy claro lo que iba a ver, ¿Una comedia? ¿Drama? ¿Una puta locura? Solo os diré que Alejandro González Iñárritu mezcla todo con un ritmo fantástico lleno de dosis de humor que arrancan aplausos.
Michael Keaton nunca ha sido santo de mi devoción, nuestro protagonista Riggan vive un momento de declive en su carrera después de encarnar a Birdman en una saga de películas de éxito, al igual que Keaton y su pasado como el hombre murciélago, y ahora intentará renovarse y volver a su pasión, la actuación, arriesgándose con una obra de teatro donde intentara demostrar que es capaz de actuar, dirigir y guionizar una historia sobre los escenarios de Broadway.
Rodada como si se tratase de un plano secuencia vemos a los protagonistas moverse por este pequeño teatro de la ciudad de Nueva York, pasamos de Michael a Emma Stone, de Edward Norton a Naomi Watts y un pequeño puñado de personajes más. Quizá no te guste este tipo de cine, pero desde luego te reirás y las dos horas que dura se te pasarán volando. Para mi es una de las pequeñas joyas que pocas veces nos encontramos en la gran pantalla, tengo que decir que no sentía el teatro de tal manera en una película de cine desde «Un dios salvaje».
Vemos la reencarnación de Riggan y de Keaton en esta comedia que no dejará a nadie indiferente, un espectáculo audiovisual que te traslada a la historia nada más comenzar el filme. No puedo dejar de pensar en una escena que sin duda me ha marcado… Emma y Edward en la azotea…
