La cartelera cinematográfica se ha visto alterada por la llegada de un oso muy vicioso. Creo, sinceramente, que nadie esperaba nada de Oso vicioso, la nueva película de Elizabeth Banks, y ha resultado ser un pequeño disfrute de lo más entretenido y loco. No es la gran película del siglo, pero es divertida y fresca, un producto de serie B que logra resultar algo de lo más disparatado. La película no se toma en serio a si misma, por lo que me resulta increíble que muchos espectadores si se la estén tomando en serio. Ligera, dinámica y sangrienta. Estos son los ingredientes de esta comedia que promete convertirse en una de las sorpresas de este 2023.
Basada en hechos reales, la cinta nos introduce en un bosque muy peligroso. Un variopinto grupo formado por policías, delincuentes, turistas y adolescentes converge en el territorio de un oso negro de 500 libras se vuelve loco después de ingerir cocaína, que cayó del avión de un narcotraficante. Sí. Habéis leído bien. Basada en hechos reales. Esta locura ocurrió en 1985 y ha sido ahora cuando la historia ha dado el salto a la gran pantalla. Es la mezcla entre Sharknado, un slasher y una absurda comedia americana.
Es un disfrute, eso es innegable, y sangrienta, pero también da la impresión de que podría haber ido más lejos. La diversión no es uno de sus problemas y tampoco su dirección, que resulta más interesante que el anterior trabajo de Banks, pero en el guion si parece que se queda un poco a medio camino. Quizás podría abrazar más la mamarrachez, la trama lo pide, pero decide quedarse a medio camino.
El reparto se compone por Keri Russell, Christian Convery, Ray Liotta, Margo Martindale, Alden Ehrenreich, Brooklynn Prince, Kristofer Hivju y un largo etcétera. Caras conocidas que parecen estar disfrutando de este oso tan particular y peligroso. La escena de la ambulancia no tiene precio. No lo tiene.
Oso vicioso ya está en cines.
