Tengo que reconocer que tenía cierto miedo con La cima, pero se compensaba con la gran curiosidad que tenía por verla. Mi padre me inculcó durante mi adolescencia un enorme amor por el alpinismo, por toda la cultura de los ochomiles y el conocimiento sobre todos aquellos que han logrado llegar a las altas alturas del planeta. Arriesgan sus vidas, luchan contra viento y nieve, contra la congelación y lo más peligroso, en mi opinión, contra ellos mismos. Es una pasión. Un amor. Un riesgo en el que decenas y decenas de personas han perdido la vida.
Por eso tenía curiosidad por ver esta producción dirigida por Ibon Cormenzana, que cuenta con Javier Rey y Patricia López Arnaiz como absolutos protagonistas. Y la montaña. Más concretamente el Annapurna, 8.091 metros.
La historia nos introduce en la vida de Mateo, que pretende enfrentarse por primera vez a la montaña más peligrosa del planeta, el Annapurna. Su reto es llegar a la cima y cumplir así una antigua promesa. Nada más llegar a las faldas de la montaña, un accidente le deja inconsciente y gravemente herido. Horas más tarde es rescatado por Ione , una alpinista experimentada que está pasando el invierno en un refugio, sola y alejada del mundo.
La cima es una mirada al interior de los personajes. Los personajes nos ofrecen una mirada a la vida completamente diferentes, pero sí tienen en común algunas cosas, como el compañerismo y el deseo. A mí personalmente me ha llamado más la atención el personaje de Ione, que nos muestra a una alpinista que ha conseguido todo lo que se proponía. ¿Qué ocurre al alcanzar tu sueño? ¿Qué le queda por hacer? ¿Qué hará ahora con su vida? Preguntas que muchos hemos llegado a tener el algunos momentos de nuestras vidas, una vez finalizadas diferentes etapas, ya sea una laboral o la estudiantil.
La narración, los diálogos y los personajes nos enseñan a reconectar, todo bajo una dirección fantástica y un aspecto visual y sonoro que brilla en todo momento. De los efectos especiales a la musica.
No os esperéis encontrar una aventura como Everest o Límite Vertical, no tiene nada que ver. La cima es una producción mucho más personal y en la que lo importante ocurre dentro de los personajes. Un drama que consigue que conectemos con sus personajes y que nos plantea diferentes preguntas sobre nuestras propias vidas.
La cima ya está estrenada en los cines españoles.