Con Strangers: Capítulo 2, Renny Harlin continúa el reinicio de la saga de terror y entrega una secuela que arranca justo donde lo dejó la primera entrega. La película no se anda con rodeos: desde el primer minuto pone a su protagonista en peligro y mantiene la tensión de manera ininterrumpida. Sin embargo, lo que en un principio resulta estimulante termina jugando en contra, porque la historia nunca termina de explotar ni de aportar algo verdaderamente nuevo.
La gran baza de la película es Madeleine Petsch, que vuelve a cargar con el peso de la trama y confirma que es lo mejor de esta trilogía. Su entrega es absoluta: la vemos en constante movimiento, en tensión, luchando por sobrevivir a un peligro que nunca se detiene. Petsch consigue que el espectador se enganche a su sufrimiento y su lucha, aunque el guion no le brinde el desarrollo suficiente para convertirla en una heroína inolvidable del género.
Uno de los errores más notorios de esta secuela es la decisión de humanizar a los asesinos y darles un origen. Parte del encanto de The Strangers siempre fue lo desconocido: el hecho de que los villanos eran enigmáticos, sin explicación, capaces de sembrar terror por el simple hecho de aparecer. Al explicar demasiado y tratar de justificar su existencia, la película diluye su poder y resta inquietud a lo que debería ser su mayor virtud.
Tampoco ayudan los constantes flashbacks de la primera entrega, que no solo resultan redundantes, sino que rompen el ritmo narrativo y en ocasiones llegan a confundir más que a aclarar. Este recurso termina pareciendo un relleno innecesario en una película que, en teoría, debería apostar por el suspense puro.

A pesar de estas carencias, Strangers: Capítulo 2 tiene un aspecto interesante: el modo en que plantea a Maya (Petsch) como una final girl. Este arquetipo, tan ligado al género slasher desde los años 70, representa a la última superviviente, aquella que, tras un recorrido de vulnerabilidad y sufrimiento, demuestra su fuerza y resistencia para enfrentarse al mal. Películas como Halloween con Laurie Strode o Pesadilla en Elm Street con Nancy Thompson consolidaron este modelo, que aquí se recupera con cierto acierto.
Maya no alcanza a convertirse en un icono del género, pero sí sostiene la película y recuerda la importancia de la final girlen el cine de terror. Su resistencia encarna la tradición del slasher, aunque la falta de innovación impida que esta secuela destaque en un panorama actual que busca constantemente reinventar el género.
En conclusión, Strangers: Capítulo 2 es una secuela funcional, con ritmo y tensión, pero que se siente como un capítulo de transición hacia la tercera parte. No logra sostenerse como obra independiente, ni consigue generar la atmósfera perturbadora que caracterizaba a la saga original. Sin embargo, ofrece un buen ejercicio de suspense continuado y una protagonista que brilla por encima de un guion irregular.

