Este artículo explora la conclusión inminente de la segunda temporada de Los Tudor, la serie de Showtime protagonizada por Jonathan Rhys-Meyers como Enrique VIII. Iniciada el 1 de abril de 2007 en los Estados Unidos, la serie ha cautivado a la audiencia con sus 10 episodios por temporada.
Desde que adquirí el DVD de la primera temporada en marzo de 2008, mi impresión de la serie ha sido excepcional. Los Tudor ofrece una fascinante mirada a la vida política y sexualmente activa de Enrique VIII. La trama se desenvuelve durante la ruptura de su matrimonio con Catalina y el inicio de su romance con la hermana Bolena. Enrique VIII, monarca inglés y señor de Irlanda desde 1509 hasta su fallecimiento, es conocido por sus seis matrimonios y su ejercicio del poder absoluto, destacando por su ruptura con la Iglesia Católica Romana y su establecimiento como líder de la Iglesia de Inglaterra (Anglicana).
Aunque la serie se centra principalmente en el rey, los episodios revelan momentos brillantes de personajes secundarios, como el Cardenal Wolsey (interpretado por Sam Neill), ansioso por convertirse en Papa, y Catalina de Aragón (interpretada por Maria Doyle Kennedy), quien ofrece momentos memorables hablando en castellano en la versión original.
Los Tudor abarca diversos géneros, desde comedia y drama hasta acción. La trama presenta torneos de caballeros, pasiones desenfrenadas, intrigas políticas y rupturas matrimoniales, proporcionando una experiencia visual rica y emocionante.
Recomendaría esta serie, especialmente a los amantes de la historia (pero que no esperen encontrar algo totalmente fidedigno) y a aquellos que aprecian actuaciones destacadas. En mi opinión, la mayoría de los actores cumplen con creces, aunque algunos personajes secundarios carecen de relevancia y sus momentos en pantalla resultan poco convincentes, como el compositor de la corte, cuya presencia no aporta significativamente a la trama.
